Me caso de apuro! Esto es lo que gritan en silencio muchas mujeres que en pareja con otras mujeres decidieron ser madres y están en la dulce espera o tienen pensado iniciar un tratamiento para serlo. Y es que la ley no contempla como madres a aquellas parejas del mismo sexo que tengan hijos si no están casadas antes del nacimiento de sus bebés. Del mismo modo sucede con los hombres o mujeres homosexuales en pareja que adopten un hijo y no estén casados.
En el caso de que una pareja de mujeres decidan, por ejemplo, ser madres a través de la técnica de inseminación artificial y tengan su bebé sin casarse, sólo será madre, para la ley, aquella que llevó al bebé en su vientre.
Cómo dos carriles que paralelos no se juntan, corren los distintos tiempos de la sociedad y del sujeto. Situación representada ahí donde las leyes se interpretan de acuerdo a cada quien. Cómo el caso que mencionábamos, en donde sigue asestando muy fuerte la discriminación y no solo termina una vez celebrado el matrimonio, sino que luego de concretarse comienzan las complicaciones para anotar al niño en el Registro Civil. En donde no se permite, excepto vía judicial mediante, colocar el apellido de las dos madres o de los dos padres. Cuestión que no presenta ninguna complicación en el caso de parejas heterosexuales.
En donde los mismos empleados de los registros civiles que les dan vueltas, buscando argumentos absurdos que apacigüen la piedrita en el zapato que traen los prejuicios, a las parejas homosexuales aún casadas cuando no les permiten, anotar a sus hijos con los dos apellidos. Y sí reciben muy normalmente a los padres heterosexuales, casados o no, anotando a sus hijos, aceptando por padre, a aquel hombre que expresa sin más querer inscribir a su hijo, teniendo, por opción que lleve los dos apellidos de quienes dicen ser sus padres.
Qué curioso…porque uno de los argumentos, recuerdo, del debate por la ley de matrimonio igualitario era de tipo biologista, expresaba el peligro de extinción de la especie humana, con la existencia de parejas del mismo sexo. Ahora bien, Si vamos al caso de la consanguinidad como condición para la paternidad o maternidad, quien le pide un examen de ADN al señor heterosexual que dice ser padre del hijo que intenta anotar en el registro civil?. Nadie…O vayamos más a fondo aún, o en el momento del parto, al hombre que acompaña a la mujer y dice ser el padre de la criatura que está naciendo? Nadie…Y así podemos seguir.
Entonces, porqué una pareja homosexual tiene tantos obstáculos a la hora de anotar a su hijo, cómo cualquier pareja. Fíjense que los problemas comienzan desde antes inclusive que se dé el acto del matrimonio en cuanto a la Legalidad de ese hijo que esperan o que ha nacido.
Y es porque aunque las leyes estén por encima de los hombres, claramente la intolerancia hacia las diferencias, los prejuicios y la represión de ciertos temas en algunos sujetos no asumidos, pueden «acomodar» lo legal. Aunque la ley de matrimonio igualitario se haya aprobado finalmente, se busca la forma de mantener al homosexual separado del resto, sesgado por obligación, como el que se sale de la norma. Habrá que seguir aclarando a aquellos que puedan escucharlo que la maternidad y la paternidad son funciones y que nada que ver tienen con el género de quienes las representen.
Lic. Gilda Palmieri /psicoanalista/ Mn 40233