Recuerdo que una vez me encontraba organizando un evento para una clienta que era arquitecta de profesión. Conversando con ella sobre la decoración que utilizaríamos para ambientar el salón donde se llevaría a cabo el evento, me dijo: «Siempre que se quiera ambientar cualquier clase de salón, debemos de tener en cuenta que la Decoración del mismo es el 50% de la Ambientación, y que la Iluminación es el otro 50%». Cuanta razón tenía.
Muchas veces nos encontramos eligiendo la clase de decoración que utilizaremos para el Salón de Fiestas (éste puede contar con diferentes alternativas o nosotros mismos diseñarla) y no tenemos en cuenta el factor fundamental de la Iluminación. ¿Por qué es tan importante? Porque sólo lograremos crear un ambiente o «clima» adecuado si la Iluminación del lugar es la correcta.
Y este es nu factor muy importante a la hora de elegir en que Salón realizaremos nuestra Boda, ya que la decoración del mismo puede modificarse, mejorarse o directamente cambiarse por completo; pero en el caso de las luces, las cosas no son tan sencillas. Un Sistema de Iluminación moderno generalmente lleva de mucho trabajo e instalación por parte del servicio que organiza nuestra fiesta de casamiento. Esto quiere decir que si el salón no cuenta con un sistema propio de iluminación adecuado, deberemos invertir demasiado para trasladar o alquilar uno de nuestra parte.
Por lo tanto, si a la hora de elegir Salón de Fiestas, vemos que las decoraciones de las distintas opciones que estemos analizando son similares, un factor de peso que incline la balanza para un lado o para el otro pueden ser las luces con las que cuente el mismo. Recuerden, la decoración se puede mejorar con poco, las luces no.
