Ciertos puntos o parámetros son indispensables a tener en cuenta si pretendemos organizar una Boda exitosa. Sin embargo, muchas veces se nos pasa por alto averiguar si nuestro Casamiento los tendrá. Entre ellos figuran la Coordinación y el Ritmo de la Fiesta.
¿A qué me refiero con ritmo y coordinación? El ritmo de una fiesta está marcado por los diferentes momentos en los que la misma está compuesta y la forma de organizarlos; y la coordinación de estos tiempos o ritmos quedará a cargo de la empresa organizadora de nuestra Boda o de nuestra Wedding Planner (casi todas son mujeres).
El ritmo debe ser ágil sin llegar a ser apresurado. Es decir, que cada momento debe estar perfectamente coordinado con el anterior y con el posterior, pero sin tener a nuestros invitados «corriendo» toda la noche. Muchas veces el equipo organizador se retrasa en las primeras horas de una fiesta y luego nos tiene a las corridas en los momentos finales. Imperdonable.
Para esto también es necesario que los novios colaboren. No hay que hacer eternos ciertos momentos poco importantes como las ligas, o contratar espéctaculos que aburren de lo largos que son y nos parten la fiesta al medio. Siempre consulten la duración de un show y coordinen bien con la empresa la forma de que no se haga tedioso para los invitados. Un poco de show siempre está bien, pero si exageramos podemos cometer un error irremediable.
También es fundamental contratar empresas de organización de eventos, o caterings, que cuenten con buenos Coordinadores. El Coordinador cumple un rol fundamental a lo largo de la noche y es quien puede poner «el pie en el acelerador» si así fuese necesario, o frenar un poquito para disfrutar de algún momento en especial. Si yo tuviera que contratar una empresa para mi Casamiento, primero me fijaría en que el Coordinador sea una persona con carisma y experiencia, y luego en el menú y otros detalles. Un buen Coordinador a veces hace milagros.
Por eso recuerden, una Fiesta lenta es como ir a un restaurant y que nos sirvan el plato frío o que haya que esperar una eternidad para comerlo. Una Fiesta demasiado rápida es como si nos trajeran el postre antes del plato principal. Ritmo correcto y Coordinación son las claves, y debemos exigirlos en nuestro servicio.
Imagen: Ahorro Diario